miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 5: El guiño del destino

Al salir del bar, no podía creer lo que veía. El pequeño pueblo estaba en llamas. Por un momento quedé paralizada, solo sentía miedo y angustia, solo quería salir de allí, pero no sabía cómo. Sin darme cuenta un joven se acercó y me agarro del brazo. - ¡Corre! - Dijo gritando. Yo me dejé llevar y le seguí. Rápidamente llegamos al puerto donde habían cuatro o cinco personas más subiendo cosas a un barco. Enseguida entramos todos a el y embarcamos lejos de aquel infierno.

A la mañana siguiente me desperté tumbada entre algunos sacos de harina. Me levanté y me sacudí un poco la ropa.-Buenos días- me dijo el chico que me agarró del brazo. -Bu-buenos días- dije. Gracias a la luz del día pude ver bien como era el joven. Alto de piel morena, musculado y ojos negros. Llevaba el pelo corto con un peinado un tanto extraño, comparado con el resto de los tripulantes.
¿Estás bien?- me dijo- Estas un poco pálida. ¿Quieres comer algo?-. Asentí tímidamente, pues mi barriga comenzaba a rugir. - Me llamo Jickson- me dijo alargando su mano amablemente, a lo que respondí- Yo soy Merirosvo, encantada- Nos dimos la mano cordialmente, pero algo extraño había en ese hombre. -Sígueme, te presentaré al resto de los supervivientes.

Llegamos a la cocina. Una sala oscura y mugrosa, llena de polvo y de comida podrida. En el centro habia una mesa ovalada y en ella había 3 personas sentadas. - Iremos por orden, ellos son: Murray, Lawlyn y Mortimer- dijo Jickson. Saludé con mi mano y dije mi nombre, ellos hicieron lo mismo y siguieron comiendo. - Estamos todos muy afectados por el desastre en el pueblo, pero pronto pasará- Me dijo jickson al oído. Me senté en la mesa y me ofrecieron un plato de sopa ,el cual acepte muy gustosamente y que comí en un plis.

Por la tarde pasé unas horas sentada mirando por babor, observando el mar y respirando aire puro. Jickson se acercó a mí y se sentó a mi lado. - Tu... No eres de por aquí ¿verdad?- Miré hacia otro lado, algo triste- No sé de donde soy, solo  que me trajeron aquí y me presentaron a un hombre diciéndome que era mi padre Y que vi morir mucha gente y aún no sé por qué.- Jickson se acomodó en el borde peligrosamente.- Deberías acostumbrarte, estas cosas suelen pasar.-  ¿Por que?- pregunté. - Porque hay un hombre muy malo con un barco que desea dominar el mundo, y para ello necesita destruir. Demasiadas cosas nuevas en un día, mejor ya te iras enterando- Dijo acercándose a mi. - ¿Y a dónde vamos?- pregunté- A donde tú quieras- Dijo mientras me guiñaba el ojo. - ¡JICKSON! ¡Ven y ayúdame con las cuerdas!- Dijo Lawlyn a lo lejos. Él se levantó y se fue con ella.

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